Liderando entre dos generaciones: cómo lograr el equilibrio entre estabilidad y cambio – Por Sandra Ricardo

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Actualmente los lideres gerenciales se encuentra entre dos generaciones, tanto a nivel organizacional como a nivel personal, esto siempre ha sucedido en el tiempo, salvo que hoy lo esta viviendo la generación X (nacidos entre 1965-1979) quienes se encuentran liderando entre los Baby boomers (nacidos entre 1946-1964) y los millennials o generación Y (nacidos entre 1980-1999).

Es de anotar que esto es algo natural en el proceso de desarrollo de la vida tanto personal, como organizacional, la diferencia es que ahora contamos con más recursos y mayores habilidades para encontrar un equilibrio entre las tres generaciones, dado que cada una llega con creencias, comportamientos y vivencias emocionales desde tiempos diferentes.

 

Es por eso que la generación X, que es la que está entre los 40 y 60 años, fue una generación formada con unas ideas propias de los tiempos de sus padres, sobre todo con relación al cambio. El cambio para la generación X fue instaurado como algo no positivo, que genera inestabilidad, falta de continuidad y que cierra oportunidades.

 

A esta generación se le vendió la idea de estabilidad, el ser estable es conservar el trabajo, si es posible por muchos años dentro de la misma compañía, eso habla bien de la persona, eso muestra su lealtad y agrega mucha valor a su curriculum vitae. A tal punto que la forma de crecer económicamente también se vivió bajo este principio. Por ejemplo, era importante comprar una casa y conservarla toda la vida. De ahí que esta generación adquiría deudas de 15, 20 y hasta 40 años sobre un bien inmueble, basado en el concepto de estabilidad. El no cambio se equiparaba como equilibrio, como algo sano para el desarrollo personal y organizacional.

El concepto de cambio es el primer concepto generacional fuerte que hay que revisar entre la generación Y y X.

Los millennials es una generación que nace con una idea y unos comportamientos muy diferentes con relación al cambio y la utilización del tiempo.

Primero, para ellos el cambio es una realidad y una constante, el cambio es algo positivo, da movimiento, dinamismo, genera experiencia, les permite conectar con diversas personas y avanzar en diferentes direcciones. Para esta generación el movimiento es algo natural, que los inspira, que les permite desarrollar la creatividad, la innovación y el  sentido de libertad se ha amplificado. Esto viene acompañado obviamente de todos los procesos de globalización, el uso del internet y la facilidad de desplazamiento que existe actualmente.

En la generación Y los conceptos de movimiento, cambio, desarrollo y gestión del tiempo son valorados y apreciados como algo positivo. Son estas nuevas creencias y comportamientos lo que a la generación X les podría activa el miedo, mientras que al colaborador generación Y le puede generar tranquilidad o viceversa.

Estas jóvenes generaciones sienten miedo de ver una gerencia estática, que no se renueva, que no se abre oportunidades, mientras que al gerente le puede dar tranquilidad conservar la rutina, los procesos y controlar el crecimiento. Todo esta dinámica de gestión que parece contraria es realmente un proceso complementario.

La invitación que propongo para pasar de una gestión de fuerzas contrarias a una gestión enriquecedora, evolutiva y que aporte dinamismo y productividad es observar estos dos comportamientos generacionales no como excluyentes, sino como complementarios y buscar un término medio entre estabilidad y movimiento. No podemos anular la realidad en la que cada generación ha sido formada, ni se puede anular la realidad evolutiva de la vida.

Si entre generaciones se escuchan van a encontrar un punto medio muy interesante, saludable, ecológico y orgánico para la organización y para cada uno de ellos. Por ejemplo, si el gerente acepta flexibilidad en los horarios y acepta nuevas formas de hacer las cosas, estará atendiendo ese instinto natural de movimiento e innovación de las persona mas jóvenes, y a su vez, exige puntualidad, resultados, en torno al compromiso que ellos han adquirido, estarán validando la idea de continuidad, la importancia de los procesos, lo cual genera calma o tranquilidad a su generación y de esos aportes generacionales nacen propuestas y valiosas formas de trabajar.

Entonces, aparece una gerencia que ha encontrado un punto medio, que no está criticando o juzgando a las nuevas generaciones por su estilo tan liberal, quejándose de que no les puede decir nada porque hay mismo se revelan o porque privilegian irse un fin de semana a la playa en vez de quedarse trabajando. En vez de juzgar esos comportamientos podría empezar a valorar qué es lo que ellos ven, disfrutan y obtienen del movimiento, que tal vez la generación anterior no experimentó.

Cuando estas recientes generaciones se sienten en libertad y pueden disponer de su tiempo es cuando más le ofrecen a la corporación y así mismos porque empiezan a trabajar bajo la pasión, los intereses y los resultados. Empiezan a entender que hay unos tiempos más productivos para ellos que otros y de esa manera conjuntamente van creciendo y cada generación va tomando de la anterior lo positivo y va construyendo a partir de estas nuevas experiencias.

Para concluir, es importante considerar que todo en la vida está determinado por el movimiento, que el cambio es inherente a la razón de estar vivos. Todo lo que está vivo está basado en movimiento, de ahí la belleza que traen estas generaciones, a oxigenar, dinamizar, a energizar, inspirar, potenciar algunas instituciones que ya estaban inertes, estáticas, frías, quietas y desvitalizadas.

La generación actual trae tanta energía, intención, deseo, y ganas de hacer surgir las instituciones, como nuestra generación. Cada generación, en su momento ha puesto el mismo interés de hacer las cosas bien, lo único es que ahora el cómo es diferente.

Si yo como líder me identifico con la forma de ver la vida de estas nuevas generaciones y como quieren hacer las cosas y lo complemento con la experiencia vivida, lo que aparece es un cambio generacional, a partir de una intersección que la generación X logra despojándose de lo que no le funcionó y adoptando lo que le funciona a las jóvenes generaciones.

Estas nuevas generaciones han traído vitalidad, movimiento, innovación, ligereza y  alegría. Todo va a depender del lugar donde se  observe para poder obtener todos estos beneficios. Un lugar para observarlo es el del complemento. Ya en su momento la generación millennials serán los responsables de realizar sus propias intersecciones generacionales, cuando empiecen a trabajar o liderar la generación digital y así sucesivamente continuara sucediendo.

El mejor legado que podemos dar a la siguiente generación es el concepto de adaptabilidad al cambio natural de la vida, ver el cambio con optimismo y positivismo para aprender a evolucionar saludablemente y seguir estando vivos, vitales y conectados con la vida.

 

 

 

 

 

 

 

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Sandra ha escrito distintos artículos para Hotel Perú News como son:

 

Desarrollo de habilidades directivas y liderazgo de los colaboradores en hoteles – Por Sandra Ricardo

Construir experiencias estimulantes para los colaboradores: la nueva responsabilidad del líder de Recursos Humanos en hoteles

 

 

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