La consultora Deloitte ha realizado un estudio de investigación durante ocho semanas y ha identificado 5 áreas de oportunidad para guiar a las compañías hoteleras a tomar decisiones estratégicas para su futuro.
Los hoteles de categoría media viven en una situación de constante competencia. Debido a la sobreoferta y la “económica colaborativa”, es necesario que esta categoría de alojamiento salga del anonimato y surja lo antes posible. La hotelería es una industria que vive obsesionada con el espacio y con las camas, es una industria que debe reinventarse constantemente para mantenerse vigente y atractiva para los viajeros. En el informe presentado por Deloitte se obtiene un conjunto de conclusiones como las ya mencionadas áreas de oportunidad que son importantes de analizar para todas las compañías hoteleras.
¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta la hotelería?
- La multiplicación de nuevas marcas dificulta que las cadenas hoteleras ya existentes puedan desarrollar experiencias diferenciadas para sus huéspedes. Esto se puede observar sobretodo en marcas de nivel medio, las cuales tienen por lo general huéspedes con alta rotación.
- El hotel es el medio integrador entre redes y personas, que sirve para construir más conexiones entre viajeros y con las comunidades locales.
- La “talla única” obsoleta frente a las experiencias personalizadas adaptadas a las necesidades del viajero.
- Viajeros que tienen cada vez mayores expectativas de su viaje, el cual esperan que sea más personalizado y sin errores, de modo que tengan una experiencia inolvidable.
- Existe una gran cantidad de soluciones móviles, digitales y tecnológicas que pueden tanto informar y mejorar como también complicar el ecosistema que rodea a la hotelería.
- El hotel es un medio integrador de espacios y recursos que pueden servir a nuevos perfiles de viajero y que le permita interactuar y colaborar con todo tipo de agentes.
Se queda atrás el individualismo y evoluciona hacia un momento social actual en el que se persigue obtener experiencias y relaciones entre personas. No debemos perder el enfoque humano adaptado a la cadena, a la marca y a las circunstancias únicas y diferenciadas que conectan el lugar, los trabajadores y los huéspedes en busca de espacios armónicos y cálidos.
Áreas de oportunidad que propone Deloitte
Las áreas propuestas por la compañía Deloitte se estructuran en clientes, cadenas y propietarios, según sus diferentes puntos de vista en cuanto a considerar el concepto de oportunidad a futuro. Las siguientes son las cinco áreas de oportunidad en las que la industria hotelera se ha visto obligada a reconvertirse:
- Curador o integrador de experiencias.
El hotel del futuro como fuerza integradora de partners, para ofrecer nuevas y variadas experiencias al viajero.
- Para el huésped: más opciones y entornos para que el huésped pueda experimentar diferentes estilos de vida durante su estadía.
- Para las marcas: aprovechar partners estratégicos que redefinan constantemente la hotelería, pudiendo así renovar los conceptos que conforman la marca.
- Para el propietario: reposicionarse frente a nuevos productos y experiencias, lo que aumenta el valor en relación a los costes generales del hotel.
- Matchmaker o integrador de personas.
El hotel del futuro como host, conector y generador de una gran red social.
- Para el huésped: facilitar conexiones personalizadas entre los huéspedes para socializar, generar redes y compartir experiencias.
- Para las marcas: para todas las marcas interesadas en ampliar su relación con sus clientes, el hotel construye un vínculo social para una experiencia que va más allá de la estadía.
- Para el propietario: el propietario busca una fidelización que aumente el compromiso de los viajeros, de modo que se reduzcan los costes de captación de clientes.
- Neighbor o integrador de culturas
El Hotel del futuro como mecanismo para fomentar la participación activa en el ámbito local.
- Para el huésped: utilizar el hotel como herramienta integradora en la cultura local.
- Para las marcas: marcas con capacidad de adaptarse y potenciar el ecosistema local como valor añadido para su producto.
- Para el propietario: apostar por la autonomía del hotel que identifica y se adapta mejor a las necesidades básicas de ciertos contextos.
- Architect o integrador de espacios
El hotel como proveedor de recursos flexibles.
- Para el huésped: un hotel resolutivo y que ofrezca soluciones a perfiles de viajeros que tienen necesidades específicas.
- Para las marcas: marcas que diversifican su producto a través de nuevos espacios flexibles y que aprovechan el potencial local.
- Para el propietario: aprovechamiento de espacios que no están siendo utilizados a su máximo potencial, integrando nuevos modelos de negocio para nuevos perfiles de cliente.
- Choreographer o integrador de procesos
El hotel como conector y asistente personal dentro del ecosistema generado alrededor del viaje.
- Para el huésped: para aquellos huéspedes que valoran la comodidad por encima de todo, el hotel se convierte en un asesor logístico y de experiencia para el viajero.
- Para las marcas: colaboraciones y externalización de servicios entre marcas como valor agregado en una búsqueda de conceptos más disruptivos y diferenciadores.
- Para el propietario: aprovechar el mercado virtual más allá de las marcas para el ahorro de costes sin disminuir la calidad de la experiencia.
En la medida en que los hoteles de categoría media puedan aprovechar estas cinco oportunidades de mejoras, podrá llegar a ser más o menos competitivo en el mercado en el que participe. Es importante recalcar que esto no significa que todo lo que se haya hecho y aplicado al hotel hasta ahora este mal, se trata simplemente de notar que el mercado ha evolucionado durante los años, y más rápidamente en los últimos tiempos, por lo que el nivel de exigencia ya no es el mismo.
Fuente: Hosteltur
Informe: The hotel of the future by Deloitte Consulting.