Unas vacaciones perfectas junto al mar, un río o un lago, en primera o segunda línea de playa tomando el sol, suenan a vacaciones perfectas; lo último, lo más nuevo es probar el sol y tocar el agua desde un hotel flotante. De hecho, la mayoría de los mejores resorts del mundo, desde las islas del Caribe, las Maldivas, o las Seychelles,… están integrados dentro del mar.
Hasta ahora, estos palacios flotantes se habían creado como cómodos bungalows donde nos ofrecían una experiencia en plena naturaleza, donde se podía chapotear o bucear o ver los peces desde un cristal, y estaban conectados con una pasarela al núcleo principal de los resorts.
Frente al coste cada vez más elevado del terreno, los hoteles flotantes “The floating hotels”, representan una alternativa, diferente, dinámica y accesible, aunque como siempre el mayor problema es conocer a que normativa corresponde este tipo de construcción, ¿es un barco? ¿necesito pagar un amarre?, ¿necesito un título de patrón de yate aunque este amarrado? ¿es un bien mueble o inmueble? ¿al ser movible puedo hacer un renting? ¿pago IBI?,…
Al final la evolución de lo alojamientos cada vez va más rápido que las administraciones, y los pioneros en este nuevo sector siempre buscan aparte de lugares espectaculares, países y regiones donde la administración de facilidades para la implantación.
En España va a ser muy divertido, por que además cada comunidad autónoma tiene su propia reglamentación, y a nivel fiscal puede tener ventajas e inconvenientes, así como en materia de normativa salarial para los empleados, ya que no sabremos si son marineros o pertenecen al convenio de hostelería de la provincia.
Pero podemos ir más allá imaginemos que en verano el hotel flotante, esta amarrado en Ibiza y en invierno en el puerto de Barcelona, o me lo llevo a otro país donde empieza la temporada alta.
En fin, el futuro de los hoteles flotantes se presenta como una gran oportunidad, de cara a mejorar experiencias de los clientes, reducir costes de implantación y mejorar resultados operativos al mover los establecimientos en función de la demanda.
Gracias a la construcción modular el futuro de los alojamientos tiene una proyección natural imparable, y estoy convencido de que enseguida saldrán defensores y detractores de este tipo de producto, pero como siempre, no se le puede poner puertas al campo, o en este caso al agua, e igual que paso con los apartamentos en las grandes ciudades, los hostels, los coworkings o los colivings los hoteles flotantes son un nuevo concepto de alojamiento con un futuro prometedor.
Jesús Menéndez
CEO de Hotel Mystery Guest
www.hotelmysteryguest.es
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